martes, 12 de junio de 2012

Remember piola



"No debí haber venido a esta fiesta", pienso sentado en una esquina, cerca de la ventana. El alcohol ya me tiene mal, todo borroso, todo más lento. A esta hora puedo decirle que sí a todo. Incluso a la Paula. Hace un rato se acercó y me habló a la oreja. En quince minutos más nos vamos a ir a su depto. "Un remember piola", me dice. Su novio se fue a Santiago por una semana. A esta hora digo que sí a todo, sobre todo a la Paula.

Cuatro de la mañana. Hace rato que quedó la cagá. La Paula tomó mi celular y llamó a la Ale que aún me esperaba despierta en nuestra casa. "Adivina con quién estoy, adivina quién está conmigo en la cama ahora", creo que le dijo la Paula a la Ale usando mi celular. Fue como una venganza. Algo así.

Cinco de la mañana. La Ale llegó al depto de la Paula. Se vino en taxi. Me vino a quitar el auto. Es de ella, pero lo manejo yo. Salgo del depto e intento conversar con la Ale antes de que se vaya. !! Ándate a la mierda!!, me grita y acelera. La Paula me mira desde la puerta del depto y se ríe. Para ella es objetivo cumplido. Yo sólo tengo dos lecciones: menos copete cuando me encuentre a la Paula y obvio, los remember nunca son piolas...